lunes, 26 de julio de 2010

Y ella sigue esperando tu canción, sentada en el camino mirando su
reloj... Y tal vez nunca te atreverás a hablarle, tienes miedo de ser un
tonto más. Ay! si pudieras romper ese cristal, tocar su cuerpo y amarla de
verdad.

Eres simplemente cobarde para amar.

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