martes, 26 de octubre de 2010

Hoy sé lo que quiero, pero no sólo lo sé, no sólo lo escribo, hoy aplico. De nada sirve el conocimiento si no es práctico, y cuando se vuelve aplicable, es cuando valoras si de verdad es buen conocimiento, si se puede enseñar o es un conocimiento vano y descartable. Es en la práctica donde te das cuenta cuanto sabes y cuanto te falta, es en la práctica donde das la prueba y error, y te moldeas.

Hoy aprendí que el amor existe pero no es lo que todo el mundo piensa que es, y cuando por fin comprendí su verdadero significado, entendí el porque se sufre tanto y que ese sufrimiento no tiene más bases que la misma mentira que creamos cuando buscamos ser aceptados.

Amar es el estado natural del ser humano, amar y actuar, pero cuando empiezas a juzgar, a criticar, a odiar, y a cambiar a los demás, es porque tienes miedo, un miedo a todo y a nada, un miedo que modifica el estado natural del ser humano y dejamos de disfrutar la vida, es un miedo que paraliza y no nos permite ver. Un miedo que se transforma en tristeza, decepción, venganza, un miedo que tiene mil caras, un miedo que no nos permite amar, nos hace desconfiar de todos, hasta de nosotros mismos. Un miedo que nos hace sentir culpables y nos hace buscar culpables.

En la vida o amas o tienes miedo, sólo hay dos caminos, y ellos se diferencian por como te sientes. Cuando amas, sólo sientes y actúas sin pensar, no tienes exigencias, no juzgas, si aceptas.

No tenemos ningún derecho de cambiar a nadie, ni nadie tiene derecho de cambiarnos a nosotros. Si en algún momento sentimos que queremos cambiar a esa persona lo mejor es dejarla ir, es aceptar que no la amamos lo suficiente como para quererla por quien es. Si algún día sientes que te quieren cambiar, no te aman, no te respetan, pero si tu te respetas vete sin pensarlo, porque eso no es amor. Si cambiamos será porque así lo queremos, porque nosotros mismos lo hemos decidido, porque no queremos seguir sufriendo, pero la decisión es solo nuestra.

Para amar intensamente a alguien primero tienes que amarte a ti, primero tienes que conocerte a ti, respetarte, disfrutarte, divertirte contigo, reírte de ti y contigo, apasionarte con tu personalidad y admirar cada detalle de ti.

Aprender de ti, de cada una de tus experiencias, de tus respuestas y reacciones ante las situaciones, sorprenderte de tus ocurrencias, prestar atención a tus pensamientos, emociones, sentimientos y que los despierta, maravillarte con tu persona. Cuando logras todo esto, sin darte cuenta estarás rodeada de gente que disfruta contigo, porque en el amor, no hay que sentir esfuerzo para estar con alguien, amar es querer disfrutar de su compañía, es querer estar con esa persona por algo que no puedes explicar, simplemente sentir, amar es extrañar su presencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario