martes, 3 de mayo de 2011

Segura estoy, que jamás nadie te ha querido como yo

viernes, 29 de abril de 2011

No sé si algún día vuelva a verte, no es fácil aceptar haber perdido.
Por más que supliqué “no me abandones”, dijiste "no soy yo es el destino"
y entonces entendí que aunque te amaba, tenía que elegir otro camino.

jueves, 28 de abril de 2011

Siénteme, aunque estemos lejos uno del otro

Es que la impotencia de no tenerte, no poder tenerte

hace que pase los días llorando pensando en cuándo volveré a verte

miércoles, 27 de abril de 2011

Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos, que el amor no tiene la fuerza que imaginé, que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de mamá, que el "nunca más" nunca se cumple y que el "para siempre", siempre termina.

domingo, 10 de abril de 2011

Pueden pasar tres mil años,

puedes besar otros labios,

pero nunca te olvidaré.

Pero nunca te olvidaré.

Puedo morirme mañana,

puede secarse mi alma,

pero nunca te olvidaré.

Pero nunca te olvidaré.

Cómo olvidar tu sonrisa,

cómo olvidar tu mirada

Cómo olvidar que rezaba

para que no te marcharas.

Cómo olvidar tus locuras,

cómo olvidar que volabas.

Cómo olvidar que aún te quiero

más que a vivir, más que a nada.

Puedes echarme de tu vida.

puedes negar que me querías,

pero nunca te olvidaré.

Sabes que nunca te olvidaré.

domingo, 13 de marzo de 2011

Alguien dijo alguna vez que la mejor terapia para el olvido es el odio. Que si ella se va se debe cuidar de nosotros porque le declararemos el odio y la guerra. Pero sabes, al final suele pasar que el odio es bastante aburrido. Porque además no se lo cree nadie. Quiero decir que a ella no le afecta que el taladro de nuestra mirada le traspase porque no se siente culpable. Normal.

Así que al final uno decide olvidar y tirar para adelante. Seguir en el camino y en la búsqueda. Hacer repaso de lo que hemos andado y quedarnos con lo bueno. Y tirar lo malo.

Ella crecerá. Yo espero que no mucho más. Se casará y tendrá hijos. Será la mujer responsable que todos quisieron. Y quizá yo también sea el hombre responsable que todos quieren, no lo sé. La ciudad seguirá imparable. Frénetica. Y nosotros perdidos en ella buscando quién sabe qué. Yo que sé que será de nosotros. Pasarán tantas y tantas cosas.